lunes, 6 de julio de 2009

Ocho

Resignación:
trocar la esperanza
por rendición.


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Imagen:
Edith Lozano - "Resignación", 2009

10 comentarios:

Edda dijo...

Ese es un mal cambio, Wara. Rendirse... Nunca.

Gabriel Ramírez dijo...

Estás últimamente de lo más alegre, Wara. Madre mía.

Wara dijo...

Edda, Gabriel, es que el verano no ayuda, la lluvia pesa... horror. Bueno, intentaré enmendarme.

Arcángel Mirón dijo...

Una elección triste.

Wara dijo...

A ver, a ver, querida Gilda, que no era mi intención esta tristeza, eh. En serio, hay situaciones en las que la resignación es buena e incluso tiene un punto de heroicidad. Pero en otras, desde luego, limita, paraliza, rinde, e impide la esperanza.
Ufff, es que para explicarlo debidamente necesitaba más de las diecisete palabras que me concedo, jajaja.

Anónimo dijo...

¿Lo que nunca se pierde es la esperanza? Yo, como tú, creo que es más bien la rendición.

Renacer
entre
nudos
duros
imaginarios,
cuerdas
imposibles
o la
nada.

Wara dijo...

Ay, cómo me gustan tus juegos de palabras, Fusa; esta vez transformanremos la rendición en un precioso renacer...
Besos.

gloria dijo...

La palabra resignación es difícil, duele, aún más junto con la palabra rendición. Este ocho duele, Wara, y no quiero que aquí en este solsticio haya dolor... prefiero imaginar tus estrellas.

Un abrazo enorme.

gloria dijo...

(no había leído los comentarios, perdona, pero me gusta muchísimo más el tono que ha ido tomando este ocho, que no deja de ser precioso)

Wara dijo...

Gracias, Gloria. De un momento para otro cambia la impresión que nos produce un suceso, la forma de reaccionar: ahora nos resignamos, ahora luchamos. Pero como decía no recuerdo si el título de una película, rendirnos jamás.

Besos.