jueves, 1 de julio de 2010

La abuela

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2 de junio, viernes
... Antes de despedirnos esta tarde, la doctora G. nos ha pedido que durante unos días escribamos recuerdos… Sólo escribir, ha insistido, sin que hablemos entre nosotros de ellos, como si así las palabras resultaran innecesarias.

12 de junio, lunes
... Cada vez que nos portábamos mal, la abuela nos amenazaba con regresar algún día desde el Más Allá, convertida en espíritu fantasmal y ululante. Y la creíamos, claro, porque asomaba de pronto en la cocina templada, envuelta hasta la cabeza en un manto de luto y de lana; porque sus palabras resonaban entremezcladas en la tronada, en el eco de la lluvia golpeando en las ventanas. La creíamos, sobre todo, por el aura del creyón desde el que nos observaba el marido difunto, tan severo, tan extraño, a los pies de su cama en el cuarto junto a la sala. Y si la vela, gastada, titilaba y se apagaba, chillábamos entonces con el más puro espanto pero al tiempo reíamos muy, muy alto, por ocultar esa pizca de algún gozo extraño. Y cuando mamá nos decía que había que salir a la calle porque algo de la tienda se le había olvidado, cuando nos ordenaba subir al desván a buscar una manta, patatas para la cena o tal vez sólo la plancha, los niños nos rebelábamos, ninguna luz era bastante, pero ella comenzaba a apagarlas aunque la oscuridad nos sorprendiera con un pie a medias en el peldaño, el pánico pugnando por escapar de la garganta…

13 de junio, martes… tarde
... Porque, pasados los años, la abuela se fue dejando un hueco tan grande y eché tanto mal a mis espaldas que ni puedo ni quiero recordar la cuenta de lo acumulado aunque haya llegado por fin la hora de pagarlo, la doctora G. pretende ayudarme a comprender que nunca fui malo, pretende demostrar que mi único propósito al desencadenar tanto daño, fue que la persona a quien quise más que a nadie, regresara.

15 comentarios:

núria dijo...

Parece que los fantasmas te inspiran. Me gusta, mucho.

Carmen Neke dijo...

Uf Wara cuánto me alegro de no haber leído tu cuento por la noche antes de acostarme. Y de no tener desván en casa. Un relato estremecedor, me ha gustado muchísimo todo lo que dice con tan poquitas palabras.

Sherezade dijo...

Wara, guapa, no dudes que puedes estar con ella cuando quieras, la llevas en tu corazón. Bonito texto
Un beso
Sherezade

Wara dijo...

Núria, ya lo creo que me inspiran, pero mira que me son esquivos y cuando no, salen por peteneras.

Neke, yo duermo cada noche en lo que alguna vez fue ese desván, pero menos mal que apenas las paredes son lo único igual a entonces :)

Sherezade, tienes razón, por eso lo que en principio puede parecer un cuento de terror no deja de guardar entrañables resonancias.

Besos a las tres, gracias.

D@n@ dijo...

me a gustado mucho tu relato es lindo y hasta tierno a mi parecer un buen cuento...bn bye
besos

Wara dijo...

Hola D@nn@, gracias por tu visita y por el amable comentario. Mirando hacia trás o buscando bien en los recuerdos siempre es posible encontrar un resquicio de ternura.

Besos.

D@n@ dijo...

Vos tenéis mucha razón Wara espero pronto por otra entrega tuya..
bye bye tc y besos

Wara dijo...

Gracias otra vez, D@n@. Besos.

Malena dijo...

Mi querida Wara: Me he quedado... no sé como me he quedado pero normal, no. Lo que menos me esperaba era un asesino. Porque lo hay ¿verdad? Ese escribir sobre lo pasado entra en el terreno de la psicología. Está muy bien escrito, muy bien. Enhorabuena.

Mil besos y mil rosas.

Wara dijo...

Hola, Malena, la verdad no había pensado mucho en el tipo de maldad que caracterizaría a este personaje y si bien parece lógico pensar en alguna clase de asesino, yo me inclinaría mejor por ese tipo de criminal más peligroso si cabe por el daño psicológico que llega a provocar, incluso a sí mismo, y que quizá ni siquiera es capaz de matar realmente. A veces la propia apreciación del mal causado, el sentimiento de culpa, es mayor que la valoración "imparcial" de lo que realmente se ha hecho. Me lío, y es que no he pensado mucho en ello; en otros personajes sí, que sin que figuren en la historia, yo les conozco los antecedentes, jaja.

Garcias, Malena, besos.

Wara dijo...

Más que garcias, gracias :)

Druida de noche dijo...

terapias que reescriben el pasado, el pasado que reaparece y justo en el centro, esos seres queridos, inmutables en el tiempo... Son memorias, no fantasmas.

beso
druida

Wara dijo...

Sí, señor; tú lo has dicho, Druida: son la memoria. Besos.

AdR dijo...

A mí las dos que tuve me siguen inspirando incluso las historias que no viví con ellas. La imaginación y la pluma hacen el resto.

Besos

Wara dijo...

Hay veces en que la imaginación, más que la pluma, hace tanto que hasta da un poco de miedo... pero a mí lo que me gusta especialmente es esto de dar forma a momentos en los que, como tu dices, yo ni he participado.

Besos, Angel, que tengas un buen fin de semana.