lunes, 11 de enero de 2010

El no está ahí

.
Cuando esa noche se abrazó, ávida, a su cuerpo, con ansiedad quiso retener sus sueños, poseerle por completo. Tan perfectamente encajaban el uno en el otro que parecían destinados a repetir aquella danza de dicha infinita, dicha hasta ahora desconocida, y que no quiso pensar ya a su edad inmerecida.

Mientras él todavía dormía, se liberó sigilosa de las mantas, recogió la chaqueta caída en cualquier sitio y depositó en los bolsillos un puñado de monedas con las que pagaba el disfrute de un cuerpo, caricias y besos que él sabía simular los más sinceros. Cuando hubieran de despedirse todo resultaría más fácil, incluso un hasta luego sonaría creíble, incluso podría insinuarle un ya sabes que te espero... No ignoraba que, a veces, el paso de los años, la edad, exige un precio; y pues había aceptado pagarlo, regresó a los brazos de su amante para abandonarse nuevamente a ellos, sin remordimiento.


Toulouse Lautrec
 "In bed", 1893

5 comentarios:

Malena dijo...

Mi querida Wara: Es el último tren que pasa y hay que cogerlo aunque para ello hayas de pagar el billete. Después de repetirlo varias veces te olvidas hasta que el tren no es tuyo y hay que pagarlo pero el viajar es necesario.

¡Es complicada la vida!

Mil besos y mil rosas.

Almudena dijo...

Pagar para ser amado...Qué triste.

Wara dijo...

La vida es o quizá la hacemos complicada, incluso hoy, que nos sentimos más liberados, más libres de prejuicios. Sí que es triste pagar el amor con dinero, pero pienso que por amor, su carencia, su necesidad, también se hace lo que sea.

Malena, Anjanuca, besos

Druida de noche dijo...

El amor siempre se paga. A veces con dinero, otras con sacrificios, con tiempo, con letras. Siempre se paga porque nada es gratis... Lo unico que hacemos es elegir la forma de pago.

besos diurnos poco animados
Druida.

Wara dijo...

Tienes razón, Druida, pero te lo digo así como de paso y muy bajito para no pensar mucho más en el tema y no desanimarnos, venga.

Disfruta del día, de la nieve si nieva, de la lluvia si cae (por aquí cantidad, jaja), e incluso del terrible frío. Besos.