domingo, 4 de enero de 2009

Silencio

Silencio:

Hace unos días, indiscreta, leí una carta. Palabras hermosas de quien te espera, que considera tu compañía muy preciada. Para mí, aunque igualmente me fuiste tan precioso e indispensable hay, sin embargo, ocasiones en las que no sé cómo llenarte y busco todas las formas, las voces, el viento, la lluvia, la tormenta, mas nada es bastante, nada sirve, todo fracasa.

Preciso un remedio para llenarte. Tú solo conmigo somos ya dos extraños, al poco te sientes incómodo y con miradas torpes, huyentes, nos apartamos. Eres imperfecto como un buen amigo. A veces te enfureces, a veces la alegría te exalta. A veces gritas, y a veces callas. Te ocultas, vienes o por un tiempo escapas. Te llamo y acudes para en seguida fundirnos en un abrazo.

Escuchas, silencio; escuchas y callas. Pero a veces, ¡oh, cuántas veces!, hablas de esa forma en que los sabios hablan, sabios como el Tiempo o su hermana Edad que, casi arrastrándose, todavía avanza. Con tu experiencia antigua, conoces mis demonios, mis dioses y mis fantasmas; nada te escandaliza ni espanta.

Por eso mismo y por más veces que te grite “¡vete!”, por favor, nunca te vayas. Aguarda un instante y corre luego a abrazarme, envuélveme, recógeme, ocúltame, guárdame. Contigo, Silencio, trae al Tiempo, la Edad y el Recuerdo que necesito perderme en sus mantos, en sus amplios ropajes. Aunque mi llanto quebrante las entrañas de tu descanso, aunque mi alegría inestable sacuda de algún modo tu ánimo, nunca, nunca del todo te vayas.

Claustro de los Jerónimos - Lisboa

4 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Hay veces en que se escucha y ve mejor al otro cuando no está al lado, y entonces es cuando nos damos cuenta de que lo conocemos y nos conoce como nadie. Y que no podemos prescindir de esa persona, aunque sea imposible la convivencia. Y eso siempre es hermoso.

Qué extrañas suelen ser las relaciones humanas... Quizás ahí radique su atractivo.

Besos.

Wara dijo...

Indudablemente hay personas que se admiran, que se aman y se son indispensables, y sin embargo juntas parecen destrozarse. Como el hecho de que una y otra vez nos empeñemos en insistir en algo que sabemos nos hace tremendo daño o persisitimos en quedarnos en determinada fase, en un tiempo determinado...

Besos.

Dejame que te cuente dijo...

ay que palabras tan certeras....
tan complicado el amor...¡¡
un abrazo wara

Wara dijo...

Recuerdo de pronto unos versos de Neruda: "Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido", y se me ocurre que el olvido no es sino una forma más de amor.

Muchas gracias, Fire, otro abrazo para ti.