domingo, 11 de enero de 2009

Apátrida

1

Dotada de esmerada cultura y educación, Lilith dominaba a la perfección todas las lenguas y conocía las tradiciones y costumbres de cualquier país y región. Incorruptible, insobornable, se la reclamaba desde los puntos más remotos para que actuara de negociador, de intermediario, y allí donde iba se la recibía y trataba con respeto, como a un igual.

Hasta que tras un altercado en mitad de una calle en una ciudad no especialmente conflictiva se descubrió a sí misma como víctima y rehén. Convertida en objeto de la negociación, no dudó que sería rescatada por sus compatriotas. Sin embargo, las conversaciones se hacían cada día más lentas, la indiferencia por su destino cada vez mayor…

Justa, compasiva, ecuánime en sus actos personales y profesionales, pulcra, delicada y frágil como una blanca flor, la soledad de la celda minaba su ánimo, la estática luminosidad que la envolvía noche y día deslustraba su físico perfecto, y porque el tiempo lento, tan lento, distorsionaba su mente, Lilith asimiló finalmente que cuanto hasta entonces fueran tan sólo temores aplazados, dudas ignoradas, preguntas cuyas respuestas dejaba para después, ocultaba una turbadora realidad: lo único cierto es que lo ignoraba absolutamente todo de sí misma, no compartía un pasado con nadie, carecía de recuerdos familiares, ni siquiera pertenecía a un lugar…

2
Un acuerdo tácito de suma indiferencia:
—Desconéctenla —ordenó una voz en algún lugar del universo.
—Déjenla morir —ordenó a su vez otra voz en algún otro lugar.
Los hombres que escuchan la orden respectiva, enmudecen; obedecen.

3

—¡Qué lastima! ¡Era tan bella…!
—Bah, aunque perfecta y delicada réplica humana, no es más que una máquina, un robot. Lo que siempre me sorprende es comprobar cómo incluso ellos mismos ignoran que lo son.
No es una máquina ni tampoco un robot, piensa Telmo; dominando su indignación, se inclina junto a Lilith y mira un instante en sus ojos de brillante azul ultramar; al hacerlo tiene una fugaz visión del universo, de una estrella muriendo, apagándose y oscureciendo el destino de toda la humanidad, sin remisión.

En la oscuridad de la silenciosa celda, Telmo recogió a Lilith cual si fuera la más querida muñeca, aunque rota, de una niña antigua. Ahora, en estos tiempos, esas cosas de muñecas eran sólo recuerdos, tonterías sin sentido, pero no ignoraba que su padre siempre había sido un buen médico para los males que aquejaban a las muñecas de sus hijas, con las que éstas jugaban en el interior de sus casas, sin ser nunca vistas. En esta ocasión habría de ser más que médico un magnifico ingeniero para devolver a Lilith la vida robada y, quizá, la patria negada.

El padre de Telmo era un anciano cuyas manos no habían perdido habilidad ni ternura. Sólo sus ojos se habían agotado de tanto contemplar las estrellas en el firmamento. Reconoció los restos dispersos de Lilith y en seguida advirtió con profunda tristeza:
—Su corazón es un fragmento de estrella apagada en la noche de los tiempos. Seguramente pensaron que poco le restaba hasta agotarse definitivamente y decidieron que no les compensaría abonar el rescate pedido.
—Pero se equivocan, ¿verdad, padre? Se equivocan con Lilith igual que se equivocaron con Jana y con Annya.
—No temas por ella —murmuró una voz de mujer joven a su espalda—. Esta noche Lilith ha encontrado su casa, su patria, su hogar; pronto volverá a brillar.
Fue pasada la medianoche cuando Telmo, abrazado a sus hermanas, observó cómo los ojos azules de Lilith se abrían de nuevo a un esplendoroso universo abarrotado de luminosas estrellas… a su eterno destino.



Apátrida es “Cualquier persona a la que ningún Estado considera destinatario de la aplicación de su legislación”
(Convención sobre el Estatuto de los Apátridas, 25 Sep. 1954)

Motivos. Pues, por ejemplo, cuando esa persona

“Ha nacido en territorios disputados por más de un país”

“Ha perdido la nacionalidad por decisión gubernamental”

(...más…)


* * * * * * * * * *
Dedicado a José María Merino

2 comentarios:

Dejame que te cuente dijo...

excelente post ...
dejo aqui mi comentario...porque me parece justo que lo alabe...
ademas....genial detalle el de definir "apatrida" al terminar el post...puede resultar un termino confuso para muchos.....
saludos..¡¡¡¡

Wara dijo...

"Apátrida" a veces evoca cierto significado superficial y romántico por cuanto uno puede consider la situación como voluntaria, elegible... una manifestación de rebeldía. Sin embargo, es una palabra tremendamente dura.

Gracias por tu comentario. Un abrazo.