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... Cuenta una leyenda que cuando Hakîm y Karîm, dos buenos amigos que viajaban juntos por el desierto comenzaron de repente a discutir, el primero, ofendido, se detuvo y escribió en la arena:
... —Hoy, mi mejor amigo me ha dado una bofetada en el rostro.
... Continuaron luego viaje hasta llegar a un oasis donde decidieron darse un baño en las frescas aguas del manantial. Hakîm perdió pie y, a punto de ahogarse, fue salvado por su amigo. Nada más recuperarse, tomó un estilete y escribió sobre una piedra.
... —Hoy, mi mejor amigo me ha salvado la vida.
... Intrigado, Karîm preguntó:
... —Cuando te sentiste ofendido, escribiste en la arena. ¿Por qué ahora escribes sobre una piedra?
... Y sonriéndole, Hakîm respondió:
... —Cuando nos sentimos ofendidos por un buen amigo, debemos escribir lo ocurrido en la arena para que el viento del olvido y el perdón se encargue de borrar la ofensa. Cuando, por el contrario, un amigo hace por nosotros algo grande, debemos grabarlo en una piedra, la memoria del corazón, donde ningún viento pueda borrarlo jamás.
(Leyenda árabe)
14 comentarios:
vaya leyenda llena de verdad...
asi debe ser...
pero aveces desgraciadamente... las cosas las grabamos al revéz!
ya depende de cada persona!
un abrazo! (:
Quizá somos tan torpes que a veces escribimos en una piedra sólo para volver a chocar contra ella.
Un abrazo, Apple.
Maravilloso, las leyendas y cuentos árabes me fascinan. Son tan sencillos que saben llegar a la fibra del corazón antes que cualquier otra cosa.
Besos
No sé si es por lo exótico, todo cuanto implica de lejano y desconocido, pero es verdad que estos cuentos tienen un encanto especial.
Besos, Angel.
Mi querida Wara: Esa es la grandeza de la amistad. Cuando existen esos lazos, nuestra memoria debe olvidar rápidamente cualquier tipo de actos que lo pueda romper.
Es una bella historia.
Mil besos y mil rosas.
P.D/ Gracias por compartir mi alegría.
Querida Malena, pienso que alegrarte por la alegría de quienes apreciamos, por el logro de aquello en lo que ponen su empeño y sus ilusiones es una forma de sentirnos mejor nosotros mismos.
Un abrazo muy fuerte porque, hala, ya te estoy pidiendo que sigas trabajando duro, jajaja. Besos.
La primera vez que me contaron esta leyenda me pareció maravillosa.
Escribir en piedra es muy hermoso, lo sé de buena tinta poque este año he usado muchas piedras.
Besucos.
A mí también me lo pareció, Anjanuca; tanto que hasta me la apropié con pocas variaciones. Bueno, puse nombre a los protagonistas, que para mí el nombre es como una obsesión... Y las piedras, pues no escribo en ellas, pero tengo tantas por aquí rodeándome, con su significado, su recuerdo...
Un beso.
Hola bonita :-)
Pienso que, a veces, los amigos nos ofenden (o también ofendemos a nuestros amigos) porque asumen el riesgo de abrirnos los ojos a la verdad, a una verdad que no siempre somos capaces de ver, sobre todo cuando nos nublan la visión algunos sentimientos propios que se deslizan hacia peligrosos precipicios.
Pero también se da el caso de algún amigo que ha traicionado la amistad hasta un punto de no retorno. De cualquier manera, creo que lo mejor es no escribir los hechos hasta pasado un tiempo de análisis y comprensión, ya que puede darse la situación inversa a la de la leyenda (como dice Apple) y haya que grabar en piedra la traición y en la arena las bondades de esa fallida amistad.
Mi querida amiga Wara, como todo en la corta existencia de un ser humano, los distintos puntos de vista son los que nos hacen comprender mejor todo lo que nos rodea, pero claro que nos gustaría que los mensajes de las leyendas fuesen siempre aplicables pues facilitarían mucho las cosas.
Aún así, esta es una leyenda muy bonita y que merece ser recuperada de la memoria, sobre todo, para cuando encontramos amigos de verdad, como es tu caso, de quien tengo grabado tu nombre en piedra para recordar en todo momento nuestra bonita amistad :-).
Cuídate mucho guapetona,
Besos,
Maverick
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Quizá sería bueno que las leyendas, los refranes, máximas y todo escrito que implica una enseñanza pudieran verse de una única forma, y que esa única forma fuera la verdadera. Pero aquí estamos los seres humanos para buscarles otras interpretaciones, que no son menos válidas desde luego, aunque a veces nos complicamos que mete miedo... porque en el fondo todo depende de ese cristal con que cada cual miramos.
Yo suelo apuntarlo casi todo en el corazón confiando en que lo malo no me lo endurezca hasta pesar como una piedra, pues deseo a la vez que todo lo bueno quede ahí bien fijado.
Besos, Maverick, cuidateme tú también.
no conocia esta leyenda, me ha gustado. es muy cierta
A mí también me gustó cuando la encontré por la red, Miguelo, tanto que decidí quedármela.
Feliz fin de semana.
Me he acercado a tu solsticio de invierno para agradecerte tu visita a mi pequeño rincón meigo y a conocer a quien alli dejo su huella.
Gracias por tu visita y si me lo permites me quedaré por aqui ojeando y leyendote, me salto esta entrada porque ya conocía esta leyenda.
Bicos meigos
Hola otra vez, Meiguiña, por supuesto puedes quedarte el rato que quieras en este solsticio que, aunque de inwierno, pretende transmitir calidez.
Que tengas un feliz fin de semana.
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